Capítulo 9 (extracto)
–¿Qué tanto me ves diyei LuUCcA?
–Creo que nunca te había visto comer… hemos comido juntos, pero verte… tan sólo verte… no lo recuerdo.
–¡Bueno! También las Power Puff Girls tenemos que alimentarnos de vez en cuando con frutas y verduras, como dicen las envolturas que se amontonan trás el Yipopótamo. ¿no lo crees?
–Sí, Burbuja, lo sé… ¡no digo que esté mal!… tan sólo que nunca te había visto comer… ¡es todo!
–Quizás ahora te desilusionarás de mí… y tu gran amor para la persona cambiará porque come, se suena la nariz o… ¡te saca la lengua sin pasarse el bocado!
–¡No hagas eso, Bellota! –Los dos rieron por sus palabras y acciones; la señora los vio desde la barra y aquella mueca les recordó a Mojojojo con todo y turbante hecho de canas y no canas; Lucas agregó–. Solamente… no te había visto comer, Bombón; pienso en cuantas veces has ingerido esto mismo… este alimento sencillo con el viento revolviendo tu cabello, sazonando nuestra comida con tierra de Montañas Mágicas formadas de chocolates, aunque sin ser La Montaña Central; si te tocas la nariz como ahorita, colocas la mano bajo tu mentón al examinar a tu interlocutor o si dejas el asiento del jugo o pedirás otra taza de café de (h)ol(l)a.
–No tengo ni idea… nunca pensé en videograbarme o poner un espejo frente a mí como lo hacen en los Zetas, cerO, cerO y eSe.
–Claro, te entiendo; no obstante, cuando estoy en la disco, los audífonos van a una cadencia diferente que el resto de las personas, y entre los saltos desesperados o movimientos rítmicos, existen personas que se muev(en) otro compás: que están por las mesas tomando, comiendo, fumando o simplemente observan el movimiento del sitio. Uno analiza esos detalles que ahora ocurre aquí, contigo a mi lado, sin audífonos y sin vaqueros Marlboro de duelos sin sentido.
–Si quieres: pido todo lo que viene en la carta plastificada de precios sobrepuestos para que continúes con tu ejercicio de movimientos extraterráqueos.
–Si acepta VISA o que limpiemos baños… Avanti!
–¡Limpiarás baños, dillei!, ya que seguiré comiendo mientras maestro limpio, alias mahabarata del floor y tú hacen de las suyas; y al final tendré que ir en el asiento trasero o en el lugar de la llanta de refacción.
–Tienes razón, limpiaré solo los baños con Maese Limpio; y si fueras de la familia de Bob, serías una esponja y me ayudarías a fregar. Pero no… eres… tan sólo… una Power Puff Girl… Heroína de una caricatura diferente a la mía… aun así: estamos juntos en este viaje a ningún sitio. Pidamos la cuenta, Miss Michelin.
–Ok, Bikini Bottom Citizen.
–Thnk, Pwr Pff Grl.
–Creo que nunca te había visto comer… hemos comido juntos, pero verte… tan sólo verte… no lo recuerdo.
–¡Bueno! También las Power Puff Girls tenemos que alimentarnos de vez en cuando con frutas y verduras, como dicen las envolturas que se amontonan trás el Yipopótamo. ¿no lo crees?
–Sí, Burbuja, lo sé… ¡no digo que esté mal!… tan sólo que nunca te había visto comer… ¡es todo!
–Quizás ahora te desilusionarás de mí… y tu gran amor para la persona cambiará porque come, se suena la nariz o… ¡te saca la lengua sin pasarse el bocado!
–¡No hagas eso, Bellota! –Los dos rieron por sus palabras y acciones; la señora los vio desde la barra y aquella mueca les recordó a Mojojojo con todo y turbante hecho de canas y no canas; Lucas agregó–. Solamente… no te había visto comer, Bombón; pienso en cuantas veces has ingerido esto mismo… este alimento sencillo con el viento revolviendo tu cabello, sazonando nuestra comida con tierra de Montañas Mágicas formadas de chocolates, aunque sin ser La Montaña Central; si te tocas la nariz como ahorita, colocas la mano bajo tu mentón al examinar a tu interlocutor o si dejas el asiento del jugo o pedirás otra taza de café de (h)ol(l)a.
–No tengo ni idea… nunca pensé en videograbarme o poner un espejo frente a mí como lo hacen en los Zetas, cerO, cerO y eSe.
–Claro, te entiendo; no obstante, cuando estoy en la disco, los audífonos van a una cadencia diferente que el resto de las personas, y entre los saltos desesperados o movimientos rítmicos, existen personas que se muev(en) otro compás: que están por las mesas tomando, comiendo, fumando o simplemente observan el movimiento del sitio. Uno analiza esos detalles que ahora ocurre aquí, contigo a mi lado, sin audífonos y sin vaqueros Marlboro de duelos sin sentido.
–Si quieres: pido todo lo que viene en la carta plastificada de precios sobrepuestos para que continúes con tu ejercicio de movimientos extraterráqueos.
–Si acepta VISA o que limpiemos baños… Avanti!
–¡Limpiarás baños, dillei!, ya que seguiré comiendo mientras maestro limpio, alias mahabarata del floor y tú hacen de las suyas; y al final tendré que ir en el asiento trasero o en el lugar de la llanta de refacción.
–Tienes razón, limpiaré solo los baños con Maese Limpio; y si fueras de la familia de Bob, serías una esponja y me ayudarías a fregar. Pero no… eres… tan sólo… una Power Puff Girl… Heroína de una caricatura diferente a la mía… aun así: estamos juntos en este viaje a ningún sitio. Pidamos la cuenta, Miss Michelin.
–Ok, Bikini Bottom Citizen.
–Thnk, Pwr Pff Grl.
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