miércoles, 10 de diciembre de 2008

benefactor-beneficiado

... Es una pena que Mario no supiese apreciar aquel éxito que de otro modo le hubiese hecho tanto bien. Aceptaba y comía de buena gana los alimentos, pero le parecía que la generosidad del campesino se debía a su ignorancia y que el éxito con los ignorantes muy a menudo se llama fraude. Por eso sentía un gran pesar en el corazón y para defender su buen humor y su apetito recurrió a la fábula: Ofrecieron a un pajarillo trozos de pan demasiado grandes para su pequeño pico. Con insignificantes resultados el pajarito se encarnizó durante varios días con la presa. Aún fue peor cuando el pan se endureció porque entonces el pájaro tuvo directamente que renunciar al consuelo ofrecido. Se fue volando y pensó: La ignorancia del benefactor es la desgracia del beneficiado.


(Una Burla Bien Lograda. Italo Svevo)

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