Por
poco que te muevas,
Despiertan
mis angustias,
El
episodio no tenía otro significado que el de probar lo ciega y lo cruda que era
la juventud.
-No
podemos juzgarla como a las otras mujeres. Emilia estaba en un plano distinto.
Era de luz y de aire.
Se
despidieron. Vio partir a Araujo en el automóvil negro: entro en la casa,
encendió el calentador, preparó unos mates. Quería meditar sobre el
descubrimiento de esa noche: porque otro la había querido, él no estaba solo,
la memoria de Emilia se ensanchaba y más allá de la tumba continuaba el milagro
de la vida.
(Reverdecer, Adolfo Bioy Casares)
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