Es difícil imaginar que los hombres muy malos mueran... Entre “yo soñé” y “me
puse a soñar” se inscriben todas las edades del mundo. ¡pero qué es más verdad?
Cuanto menos sueños envían los espíritus, menos es el yo que sueña... Con
motivos del ochenta y cinco cumpleaños de un hombre en todos los aspectos muy
bien atendido, pregunté en sueños qué le podría regalar para darle realmente
una alegría. Y en seguida me vino la respuesta: un guía para adentrarse en el
mundo de las sombras... El amor es la capacidad de percibir lo semejante en lo
desemejante.
(Minima Moralia, T. W. Adorno)
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