Todo libro tiene detrás de si los libros que se han escrito. El autor es consciente de ello; el lector también debería de serlo.
(Anthony Burgess. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
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Desde la inexistencia a la existencia llegó a muchos y fue como uno recibido: existencia con existencia él estaba con cualquiera como cualquiera con cualquiera: desde la existencia a la no-existencia una vez que faltara sería por todos como nada percibido. (Ulises. James Joyce)
lunes, 29 de octubre de 2012
Espejo
Ent.: ¿Puede imaginarse al lector ideal de sus libros?
A. B.: El lector ideal de mis libros es un católico renegado y músico fracasado, corto de vista, daltónico, medio sordo, que ha leído los mismos libros que yo. Además, debe tener mi misma edad.
(Anthony Burgess. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
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A. B.: El lector ideal de mis libros es un católico renegado y músico fracasado, corto de vista, daltónico, medio sordo, que ha leído los mismos libros que yo. Además, debe tener mi misma edad.
(Anthony Burgess. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
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La cigarra
Después
de las cuatro de la tarde comía en casa. La sencillez, el sentido común y la
bondad de su marido la conmovían y la llenaban de entusiasmo. A menudo se
levantaba de un salto, abrazaba impulsivamente su cabeza y la cubría de besos.
-Eres
un hombre inteligente y noble, Dímov –le decía- pero tienes un defecto muy
importante. No sientes ningún interés por el arte. Rechazas la música y la
pintura.
-No
las comprendo –respondía él mansamente-. Durante toda mi vida estuve ocupado
con las ciencias naturales y la medicina y no tuve tiempo de interesarme por
las artes.
-¡Pero
eso es terrible, Dímov!
-¿Por
qué? Tus amigos no conocen las ciencias naturales ni la medicina y sin embargo
tú no les reprochas por eso. A cada cual lo suyo. Yo no comprendo los paisajes
ni las óperas, pero opino lo siguiente: si hay personas inteligentes que les
dedican toda su vida, y si hay personas inteligentes que pagan por ellos mucho
dinero, eso significa entonces que son necesarios. Yo no los comprendo, pero no
comprender no significa rechazar.
... “¿Cómo no se aburre uno de
ser un hombre simple, en nada destacable, desconocido y, además, con cara
demacrada y modales torpes?” O bien le parecía que Dios iba a matarla en
cualquier momento porque ella temiendo el contagio, ni una sola vez había ido a
ver al marido a su gabinete.
(La cigarra, Antón P. Chéjov)
viernes, 26 de octubre de 2012
L’inutile beauté
Las
mujeres de singular belleza están condenadas a la infelicidad. Incluso aquellas
a las que la circunstancias benefician, las favorecidas por el nacimiento, la
riqueza o el talento, parecen como perseguidas o poseídas por un impulso de
destrucción de ellas mismas y de todas las relaciones humanas en que entran. Un
oráculo las pone ante una alternativa de fatalidades. O bien utilizan la
belleza para conseguir el éxito, y entonces pagan con la infelicidad esa
condición, porque como no pueden amar envenenan el amor hacia ellas y quedan
con las manos vacías; o bien el privilegio de la belleza les da ánimo y
seguridad para sumir el intercambio, se toman en serio la felicidad que se
prometen y no escatiman nada de sí mismas, confirmadas por la inclinación que
todos sienten hacia ellas, en el sentido de que su valor no deben solamente
mostrarlo. En su juventud pueden elegir. Pero ello las hace volubles: nada es
definitivo, todo puede en cualquier momento sustituirse por otra cosa. Muy temprano, y sin considerarlo mucho, se casa y
se someten así a condiciones pedestres, se despojan en cierto sentido del
privilegio de las posibilidades infinitas, se reducen a seres humanos. Pero al mismo
tiempo se agarran al sueño infantil del poder sin límites que su vida parecía
prometerles y no cesan de desdeñar –aunque no a la manera burguesa- lo que
mañana pudiera ser mejor... La belleza integrada se ha convertido con el tiempo
en elemento calculable de la existencia, en mero sucedáneo de la vida
inexistente sin que rebase mínimamente esa nulidad. Ha roto, para sí misma y
para los demás, su promesa de felicidad. Y la que aun aprueba esta situación se
rodea de un aura de desdicha y es ella misma alcanzada por la desdicha. Aquí el
mundo ilustrado ha absorbido por completo al mito. Sólo la envidia de los
dioses ha sobrevivido.
(Minima Moralia, T. W. Adorno)
miércoles, 24 de octubre de 2012
La tarde de un fauno
Yo
había dicho que las diferencias de temperamento que descubre cada cual entre
hombres y mujeres, en definitiva, son las que descubre cada cual en el trato
con su mujer y, en definitiva, son las que hay entre cualquiera y su prójimo.
-No
sé –contestó alguien en aire de duda.
-Lo
que sabemos todos –concluyó otro- es que uno vive solo, deseando encuentros
imposibles.
... El amor no es eso. No es un
juego, no es una ficción ridícula. Cuando queremos de verdad...
-No,
mi querido. Lo que dices está bien, en abstracto; en la realidad, no. ¿Cómo no
descubriste todavía que en el amor intervienen sentimientos, no razones, y que
a los sentimientos no los maneja la voluntad? Por lo mismo, no hay que razonar
demasiado el amor. Con la religión, es lo más real que tenemos, pero no te
pongas a razonarlos, porque no queda nada o, peor aún, se vuelven, como tú
dices, ridículos. Probablemente el amor sea un juego; en los juegos hay que
respetar las reglas. En todo caso, es algo muy delicado: no lo manosees, como
lo he manoseado yo, porque lo estropeas irremediablemente.
Hubo
un silencio en que oí el segundero de mi reloj. De manera visible Olga se
entristeció. Ahí estaba, al alcance de la mano –Dios mío, triste era más linda
aún-, y reflexioné que si la perdía esa tarde probablemente la perdería para
siempre.
... Por lo mismo, no hay que
razonar demasiado el amor. Con la religión, es lo más real que tenemos, pero no
te pongas a razonarlos, porque no queda nada o, peor aún, se vuelven, como tu
dices, ridículos. Probablemente el amor sea un juego; en los juegos hay que
respetar las reglas.
recordando a Lord Antrim
Ent.: ¿Piensa que los escritores son más respetados en el extranjero que aquí?
W. H. A.: Yo no diría eso. A veces digo a la gente que soy historiador del medievo cuando me preguntan que hago. Eso congela la conversación. Si les digo que soy poeta, recibo esas miradas que parecen decir: "Bueno, pero ¿de qué vive?". En los viejos tiempos un hombre se sentía orgulloso de que su pasaporte dijera: "Ocupación: Caballero". El pasaporte de Lord Antrim simplemente decía: "Ocupación: Par". y yo lo considero correcto. Tuve suerte en la vida: tuve un hogar feliz y mis padres me dieron una buena educación. Mi padre era doctor y, además, erudito, así que jamás recibí la idea de que el arte y la ciencia son culturas opuestas; ambas eran cultivadas de igual manera en casa. No puedo quejarme. Jamás he tenido que hacer nada que verdaderamente me desagradara. Por supuesto, he tenido que hacer varios trabajos que no hubiera efectuado si hubiese tenido dinero, pero siempre me he considerado un trabajador, no un jornalero. Hay mucha personas con empleos que no les gustan. Yo no, y estoy agradecido por ello.
(J. H. Auden. Conversaciones con escritores, The Paris Review)
los muertos y los nonatos
Ent.: Se dice que Eliot había sido inducido en esa dirección por la poesía de San Juan de la Cruz, de quien podemos afirmar sin temeridades que era un místico. ¿Lee mucho a San Juan de la Cruz?
W. H. A.: Su poesía es sumamente notable, pero no es exactamente mi favorita. Principalmente porque creo que la experiencia mística no puede ser verbalizada. Cuando desaparece el ego, también desaparece el poder sobre el lenguaje. Debo reconocer que era muy osado utilizando las metáforas más atrevidas para el orgasmo. Esto probablemetne se debe a que, en ambos casos, en el orgasmo y en la unión mística, el ego es relegado.
Ent.: ¿Dedica mucho tiempo a actividades relacionadas con la Iglesia?
W. H. A.: No, aparte de ir a misa los domingos.
Ent.: Pero usted tiene reputación en los círculos teológicos, ha tenido algunas actuaciones en el gremio de eruditos episcopales.
W. H. A.: Ah, eso sólo tenía algo que ver con ciertos consejos que querían para llevar a cabo la revisión de los salmos. Soy un adversario apasionado de la reforma litúrgica y preferiría que el devocionario estuviese en latín. El rito es el lazo de unión entre los muertos y los nonatos y requiere un lenguaje sin tiempo, lo cual, en la práctica, significa una lengua muerta. Siento curiosidad por saber qué problemas tiene ahora en Israel, donde se habla lo que hasta ahora había sido una lengua muerta.
(W. H. Auden. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
página 279
Ent.: ¿Ha leído o intentado leer Finnegans Wake?
W. H. A.: No soy muy bueno leyendo a Joyce. Obviamente, fue un gran genio, pero su obra es demasiado larga. Joyce mismo dijo que quería que la gente se pasara toda la vida leyendo a su obra. Para mí la via es demasiado corta y demasiado valiosa. Opino lo mismo en lo que se refiere al Ulyses. Además, Finnegans Wake no se puede leer del mismo modo que uno lee ordinariamente. Puedes sumergirte en ella,pero no creo que nadie pueda leerla entera de un solo golpe y recordar lo que acontece. Resulta diferente en pequeñas dosis. Recuerdo cuando salió Anna Livia Plurabelle, en edición aparte; pude leerla comnpletamente y disfrutarla. Por lo general me gustan las novelas cortas y graciosas. Hay algunas excepciones, por supuesto, uno sabe que Proust, por ejemplo, no podía haber escrito más brevemente. Creo que mis novelistas modernos favoritos son Ronald Firbank y P. G. Wodehouse, porque ambos tratan del Edén.
Ent.: ¿Sabe usted, por cierto, que se le menciona en la página 279 de Finnegans Wake?
W. H. A.: Sí, lo sé. No habría podido citar el número de páginas, pero he visto la nota al pie.
(W. H. Auden. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
martes, 23 de octubre de 2012
Los bandidos
El reflejo de lo vital en las mujeres de Goethe hubo de pagarse
con la renuncia y el alejamiento, y hay en ello algo superior a la mera
resignación ante la victoria del orden. La contrafigura absoluta, símbolo de la
unidad de lo sensual y lo abstracto, es Don Juan.
(Minima Moralia, T. W. Adorno)
viernes, 19 de octubre de 2012
Aportación a la historia de las ideas
Hay dos Nietzsche Uno es el universalmente
conocido ‘filósofo de moda’, el deslumbrante escritor y expresivo maestro del
estilo, cuyo nombre está ahora en todas las bocas y los títulos de cuyas obras
se han convertido en unos cuantos lemas mal entendidos que han engrosado el
inestable patrimonio de las personas ‘cultas’. El otro Nietzsche es el
abismático e inagotable pensador y psicólogo, el escrutador de los grandes
hombres y los valores vitales, de una fuerza espiritual y una potencia
intelectual sin igual y que dominará el futuro.
(Minima Moralia, T. W. Adorno)
jueves, 18 de octubre de 2012
No políticos
Yo creo que nos las arreglaríamos muy bien sin los políticos. Las elecciones de los líderes deberían ser de grupos completos; así la gente podría votar en conciencia y las computadoras se harían cargo de lo demás.
(W. H. Auden. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
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(W. H. Auden. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)
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Zínochka
-No
es gran cosa eso de ser amado: ¿Para qué están creadas las damas si no para
amarnos? En cambio, señores, ¿quién de ustedes fue alguna vez odiado, odiado
con pasión, con rabia? ¿Alguno de ustedes pudo observar los arrebatos del odio?
¿Eh?
Ella,
en tanto, lo miraba sin pestañear, con sus grandes ojos enamorados, esperando,
como hechizada, que Sasha no tardaría en decirle algo significativo, ilimitado
en su importancia; él no le dijo nada todavía, pero ella veía ya abrirse ante
sí algo nuevo y amplio, algo que ella no conocía antes y por eso lo miraba,
llena de esperanza, dispuesta a todo, inclusive a morir.
-Antes
que nada, es necesario que toda la vida pase por un prisma –dijo Nina
Ivánovna-, es decir que es preciso que la vida, en nuestra conciencia, se
divida en elementos simples, a modo de los siete colores principales, y cada
elemento hay que estudiarlo por separado.
“¡Adiós,
querido Sasha!” –pensó, y en su imaginación surgió una nueva vida, ancha y
luminosa; esta vida, ancha y luminosa; esta vida, de contornos no muy nítidos
aún y llena de misterios, la atraía y la fascinaba.
(Zínochka, Antón P. Chéjov)
miércoles, 17 de octubre de 2012
Moral y estilo
Es escritor siempre podrá hacer la experiencia de que cuanto más precisa,
esmerada y adecuadamente se expresa, más difícil de entender es el resultado
literario, mientras que cuando lo hace de forma laxa e irresponsable se ve
recompensado con una segura inteligibilidad.
(Minima Moralia, T. W. Adorno)
lunes, 15 de octubre de 2012
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