Obligatorio es reconocer que este
varón señero milita ideas de viejo cuño y que nuestras filas, de suyo
idealista, hasta ahora no produjeron prohombres de temple comparable. En un
país nuevo, las ideas nuevas carecen de tradición. Ya se sabe, sin tradición no
hay estabilidad.
(El calamar opta por su tinta, A. B. Casares)
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