-En ese niño se ocultaba un
maximalista con barba y todo, un ácrata.
Mi padre corroboraba:
-Destruye por destruir. Será otro
presidente radical.
-Enamorarse de una mujer tan
incómoda es el peor infortunio. Jamás puede uno olvidarla. Las mujeres
razonables, por comparación, parecen borrosas.
...
Si le oyeras la vocecita que pone para ser razonable, no dirías pavadas. ¿Te
cuento una cosa? Yo desconfío de los que piensan mucho. No les gusta la vida,
le dan la espalda, no la conocen. Piensan tanto sobre lo que no conocer que
llegar a equivocaciones monstruosas.
-Siempre uno está expuesto a lo
inesperado, así que para el cobarde hay un solo consejo: la cucha. No salir de
la cucha. Pero en este momento usted viaja como una testa coronada, de
incógnito, así que no corre el menor peligro.
(Los afanes, Adolfo Bioy Casares)
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