viernes, 29 de abril de 2011

un ciclo

Soy arrogante, negativo, introvertido, sutil, feliz.

Un vago sentimiento de fuerza me invade. Al remar, me he sentido muy satisfecho de mis músculos, o me dedico a la filosofía con una intensidad un tanto terca.

Siento, en primer lugar, que esa arrogancia mía que se concilia con cuanto me rodea, me abandona. Soy menos amable, menos ingenioso. Me siento vacío y trabajo por desesperación. Mi comportamiento social se resiente. Sufro una derrota. En comparación con cualquier otra persona me siento estúpido. Me comporto de manera extraordinariamente torpe, no soy capaz de responder a una ofensa de forma adecuada.

Unas pocas horas más tarde, vuelvo a ser arrogante, negativo, introvertido, sutil, feliz.


(Robert Musil. Diarios)

domingo, 24 de abril de 2011

realidad y ficción

—¿A qué atribuye que, como dijo en la Feria, a América Latina le cueste discernir entre realidad y ficción?

—Creo que viene de la colonia. La Inquisición prohibió que se publicaran novelas en América Latina durante 300 años. Al hacerlo, consiguió que la ficción impregnara toda la vida. Eso trajo enormes beneficios en la literatura, la pintura, la música y en todos los terrenos de lo creativo, donde América Latina ha sido siempre muy original. Pero, en política, las consecuencias han sido catastróficas. Ha favorecido utopías con efecto contrario al deseado: pobreza, desigualdad, corrupción... El populismo es una de esas irrealidades.


(Mario Vargas Llosa en una entrevista para el diario español ABC)