jueves, 29 de septiembre de 2011

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profesión: cirujano

Quizás aquella bebida no fuera buena para los cirujanos, pero el que alguien quisiera ser cirujano ya indicaba que no estaba bien desde el principio.


(La senda del perdedor, Charles Bukowski)

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domingo, 25 de septiembre de 2011

ave fénix

Porque los libros ordinarios son como meteoros. Cada uno de ellos tiene un momento, un instante en el que gritando vuela como el ave fénix, con todas sus páginas ardiendo. Por ese instante, por ese único momento los amamos, aunque más tarde entonces no sean ya más que cenizas. Con una amarga resignación recorremos a veces sus ya frías páginas, desgranando como un rosario sus fórmulas muertas con un ruido de claquetas.

Los exégetas del Libro afirman que todos los libros tienden al Auténtico. Viven una vida prestada que, en el momento del vuelo regresa a su antigua fuente.

(El sanatorio de la clepsidra, Bruno Schulz)

sábado, 24 de septiembre de 2011

la gente odia más que ama

demasiado
demasiado poco

demasiado gorda
demasiado flaca
o nadie.

risa o
lágrimas

los que odian
los que aman

extraños con caras como
cabezas de
tachuela

ejércitos recorriendo
calles de sangre
blandiendo botellas de vino
cargando a la bayoneta y follándose
vírgenes.

o un tipo viejo en un cuartucho
con una fotografía de M. Monroe.

hay una soledad en este mundo tan grande
que puedes verla en el lento movimiento de
las manecillas de un reloj.

gente tan cansada
mutilada
por amor o falta de amor.

y es que la gente no es buena con los demás,
con el prójimo.

los ricos no son buenos con los ricos
los pobres no son buenos con los pobres.

tenemos miedo.

nuestro sistema educativo nos dice
que todos podemos ser
triunfadores de la hostia.

no nos habla
de las cloacas
ni los suicidios.

ni del terror de una persona
penando en un sitio
sola

sin que la toquen
sin que le hablen
regando una planta.

la gente no es buena con los demás.
la gente no es buena con los demás.
la gente no es buena con los demás.

supongo que nunca lo será.
ni yo se lo pido.

pero a veces pienso en
ello.

los abalorios se balancearán
las nubes nublarán
y el asesino decapitará al niño
como quien muerde un cucurucho de helado.

demasiado
demasiado poco

demasiado gorda
demasiado flaca
o nadie.

la gente odia más que ama.

la gente no es buena con los demás.
quizás si lo fuera
nuestras muertes no serían tan tristes.

entretanto yo miro a las chicas jóvenes
brotes
flores de porvenir.

tiene que haber algún camino.

seguro que hay un camino que aún no
hemos imaginado.

¿quién puso este cerebro dentro de mí?

grita
reclama
dice que hay una posibilidad.

no dirá
"no".


(el punto crítico. Charles Bukowski)

trapos acartonados

hay muchas mujeres solteras en el mundo
con uno o dos o tres niños
y uno se pregunta adónde se han ido
los maridos adónde se han ido los
amantes
dejando atrás
todas esas manos y ojos y pies
y voces.
cuando paso por sus casas
me gusta abrir armarios y
mirar dentro
o debajo del fregadero
o en un ropero -
espero encontrarme al marido
o amante, que me dirá:
"oye, macho, ¿no te has fijado en esas
estrías? tiene estrías
y las tetas caídas y come
cebolla sin parar y se tira pedos... pero
yo soy un manitas. te arreglo cualquier cosa,
sé usar un torno fresador y
cambio yo solo el aceite al coche, sé jugar al
billar, a los bolos y podría ser 5° o
6° en cualquier maratón de campo
a través, tengo un equipo de palos
de golf, y un handicap de 15, por ahí. sé
dónde está el clítoris y qué hacer con
él. tengo un sombrero de vaquero con el ala
vuelta hacia arriba por los lados.
se me da bien la lazada y tengo buena pegada
y conozco todos los pasos de baile de moda".

y yo le diré: "mira, yo ya me iba".
y me iré antes de que me desafíe
a un pulso
o cuente un chiste verde
o me enseñe su tatuaje de baile en el
bíceps derecho.

pero en realidad
en los armarios no encuentro más que
trazas de café y grandes bandejas marrones descascarilladas
y debajo del fregadero una pila de trapos
acartonados, y en el ropero -más perchas
que ropa, y sólo cuando ella me enseña
el álbum de fotos y las fotos de él -
tan majo como un calzador, o un carrito de
supermercado sin ruedas atascadas-
se disipan mis dudas, y las
páginas pasan y hay un niño en un
columpio vestido de rojo y ahí está
el otro
persiguiendo una gaviota en Santa Mónica.
y la vida se hace triste pero inofensiva
y por tanto lo bastante buena
como para que ella te traiga un café en
una de esas tazas sin que él
te salte desde dentro.


(imaginación y realidad. Charles Bukowski)

texturas


bailando en el centro




cómo ser un gran escritor

tienes que follarte a un gran número de mujeres
mujeres hermosas
y escribir unos cuantos poemas de amor aceptables.

y no te preocupes por la edad
y/o los jóvenes talentos.

tú bebe más cerveza
más y más cerveza

y ve al hipódromo al menos una vez por
semana

y gana
si es posible.

aprender a ganar es difícil -
cualquier vago puede ser un buen perdedor.

y no olvides a tu Brahms
ni a tu Bach ni tu
cerveza

no hagas ejercicio de más.

duerme hasta el mediodía.

evita las tarjetas de crédito
y pagar nada a
tiempo.

recuerda que no existe un solo culo
en este mundo que valga más de 50$
(en 1977)

y si tienes la capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero sé siempre consciente de la posibilidad de
derrota absoluta
ya parezca la razón de esa derrota
justa o injusta -

un gusto precoz por la muerte no es necesariamente
mala cosa.

aléjate de las iglesias y bares y museos,
y como la araña sé
paciente -
el tiempo es la cruz de todo el mundo,
más
el exilio
la derrota
la traición

toda esa escoria.

cíñete a la cerveza.

la cerveza es sangre continua.

una amante continua.

consigue una máquina de escribir grande
y mientras las pisadas vienen y van
por delante de tu ventana

dale a la tecla
dale fuerte

lánzate con todo

como el toro que embiste por primera vez

y recuerda a los perros viejos
que tan bien lucharon:
Hemingway, Celine, Dostoievski, Hamsun.

si piensas que no enloquecieron
en cuartos minúsculos
como enloqueces tú ahora

sin mujeres
sin comida
sin esperanza

entonces no estás preparado.

bebe más cerveza.
hay tiempo.
y si no lo hay
tampoco pasa
nada.


(cómo ser un gran escritor. Charles Bukowski)

dos colores


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jueves, 22 de septiembre de 2011

dos vendedores

Las puertas del metro se abren, entran al vagón dos vendedores. Uno le dice al otro:

-¿a quién se llevaron?

-a Martín.

-¿y quién es Martín?

-el hermano del caballo.

-¿se lo llevaron al toro?

-¿cómo?

-¿si se lo llevaron al torito?

-sí, estaba bien boiler.

Los dos salen del vagón del metro. Las puertas se cierran.

martes, 20 de septiembre de 2011

bajo la mesa

Además el lector, el verdadero lector a quien se dirige este libro, lo comprenderá cuando le mire fijamente a los ojos, y, en su mismo fondo, brille con el fulgor de la revelación. En esa mirada breve y penetrante, en un furtivo apretón de manos, él comprenderá, aceptará, reconocerá y bajará los ojos maravillados por la profundidad de su comprensión. ¿Acaso, bajo la mesa que nos separa, no permanecemos todos secretamente cogidos e la mano?


(El sanatorio de la clepsidra, Bruno Schulz)