lunes, 28 de noviembre de 2011

Lágrimas

Kamla consiguió un empleo en St. Agustine, como profesora de inglés y geografía, por un salario de 180 dólares (38 libras) al mes, y sólo hacía unos días que había regresado. Rememorando mucho después esa época, Kamla dijo: "Papá me llevaba en coche al colegio y me traía de regreso, y luego quería enseñarme a conducir. Cada vez que yo hacía una tontería, se echaba a reír tan fuerte que acababa tosiendo. Recuerdo el día que cobré mi primer sueldo. Le di cinco dólares para sus gastitos y se echó a llorar. Hay cosas que no se olvidan. La primera vez que aceptaba dinero de su hija. La primera vez que su hija tenía dinero que darle".


(El mundo es así, biografía de V. S. Naipaul por Patrick French)

----------
Enviado vía Nokia Email

viernes, 25 de noviembre de 2011

Sentarse a escribir

Vidia seguía escribiendo y dando ánimos a Papá, a quién en julio le dijo: "TIENES MATERIAL SUFICIENTE PARA CIEN RELATOS. POR EL AMOR DE DIOS, PONTE A ESCRIBIRLOS (...) Tú eres el mejor escritor de las Indias Occidentales, pero a los escritores sólo se les puede juzgar por su trabajo". Lo que decía era evidente, pero acertado, pues se trataba de algo que él mismo nunca olvidaría: hay muchos aspirantes a gran escritor, pero los únicos que llegan a serlo son los que se sientan a escribir.

(El mundo es así, biografía de V. S. Naipaul por Patrick French)

----------
Enviado vía Nokia Email

jueves, 24 de noviembre de 2011

Bee

----------
Enviado vía Nokia Email

Espejo

Al cabo de casi cuarenta años, cuando Vido descubrió toda la historia de la cabra sacrificada hojeando ejemplares atrasados del 'Guardian', le pregunto a Mamá: "¿Que forma adoptó la locura de mi padre?". Y ella respondió: "Un buen día, se miro al espejo y no se vio. Entonces empezó a gritar".

(El mundo es así, biografía de V. S. Naipaul por Patrick French)

----------
Enviado vía Nokia Email

lunes, 21 de noviembre de 2011

preocupación

Los japoneses, los mexicanos y los turcos se parecen; oscilan entre una rebuscada docilidad y una violencia descontrolada. Se humillan ante la autoridad, para luego dar muestras desenfrenadas de ira. Si se observa a un mexicando en un bar, puede verse cómo saluda a un amigo dándole un gran abrazo rodeándolo con ambos brazos aunque, al cabo de poco tiempo, esté casi a punto de matar a ese mismo amigo. ¿Por qué? Una palabra imprudente, un insulto imaginario. ¿Cuándo van a empezar los turcos a respetar los derechos humanos? ¿Cuándo se terminará el régimen policiaco? Imagino que tendrá que pasar mucho tiempo. Son un pueblo peligroso, y el honor de los hombres parece estar continuamnete a prueba; tiene que reafirmar públicamente su valor de continuo. Tiene que demostrarle al mundo que no se dejan intimidar. No obstante, temen a las autoridades, por buenos motivos; no porque ellos las hayan elegido, sino porque los que están en el poder recurren a la fuerza de pronto y sin previo aviso. Cuando un turco inclina la cabeza en señal de obediencia, hay que empezar a preocuparse.


(Mi vida, Elia Kazan)

felicidad

Lo que me gusta de ese final (Esplendor en la hierba) es su ambivalencia agridulce, que refleja lo que Bill Inge había aprendido en su propia vida: que tienes que aceptar una felicidad limitada, porque toda felicidad es limitada, y que aspirar a la perfección es la peor de las neurosis; hay que vivir tanto con la tristeza como con la alegría. Tal vez el tema resulte tan verídico porque el propio Bill había llegado a ese estadio en el que uno decide conformarse con menos, no con un puesto entre los dramaturgos de primera fila como O'Neil, Williams y Miller, sino con mantenerse en una subplatafroma honorable en la que -a la porra los honores y los premios- el trabajo es la recompensa que se obtiente; había comprendido que sólo encontraría la paz si aspiraba a objetivos que pudiera alcanzar con el talento de que disponía y no esperaba milagros.

¿Estaré hablando de mí mismo?


(Mi vida, Elia Kazan)

No Gadget No!


Entonces John Steinbeck empezó a hablar de mí. Dijo que tenía que volver a ser yo mismo; ése era mi problema, volver a encontrarme. Me dijo que me había convertido en otra cosa, entre ellas en la peor cosa que se puede ser: un buen tipo. Me dijo que estaba tan ocupado intentando caerle bien a la gente y ganar su aprobación que me había perdido a mí mismo, lo que era y lo que quería ser, mi verdadera identidad. Había descuidado mis propios deseos, aspiraciones y opiniones; me había acostumbrado tanto a sacrificarlos que ya no me daba cuenta de que lo estaba haciendo.

Luego empezó a meterse con mi apodo. "Ese maldito nombre no eres tú -me dijo-. No es así como eres. No eres, o no eras, una herramienta pequeñita, adaptable, amistosa y práctica. Te has convertido en eso para llevarte bien con la gente, para ser aceptado, para volverte invisible... ¡Gadget! ¡Qué apodo tan neutro! Útil para todos, excepto para ti mismo."

La solución de John era: "Hazte mezquino. Hazte egoísta. Sé tú mismo. Descubre quién eres, ésa es tu única fuente creativa. Decide lo que quieres y no aceptes otra cosa. Descubre cuál es tu lugar en el mundo y reclámalo, no dejes que nadie te lo quite. Ese maltido apodo es una máscara para borrarse a uno mismo."

Cuando acabó de darme ese repaso, se sentía mejor, y yo pensé que tenía un amigo de verdad.


(Mi vida, Elia Kazan)

domingo, 20 de noviembre de 2011

Stellio

La historia de Stellio tuvo un final triste. Un día, años después, lo atropelló un taxi que trepo al bordillo en el que estaba hablando con un amigo sin prestar atención a lo que pasaba alrededor, ya que su nueva libertad le había vuelto descuidado. El impacto lo lanzó contra una farola, lo llevaron al hospital y allí murió diez días después. Su nueva libertad le había costado la vida; nunca habría estado desprevenido en una calle de Estambul.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Conociendo a Miss Dougherty


En nuestra mesa también estaba el socio de Abe, Johnny Hyde, otro agente igualmente importante, a quien muchas estrellas habían confiado sus carreas. Johnny había descubierto a Lana Turner en una farmacia, y eso le había hecho famoso. Era tan bajito como Abe: ninguno de los dos llegaba al metro setenta. Cuando lo conocí, su aspecto robicundo me hizo pensar que era irlandés. Pero luego resultó que sus padres eran rusos y se apellidaba Haidebura. Su arrebolamiento se debía a que el corazó le funcionaba a toda marcha. A su lado estaba sentada su devota compañera, una joven de pelo claro, pero no rubio pajizo ni platino, como se lo teñería más adelante, sino de un color castaño claro encantador. Era guapa a la manera de las chicas de provincia americanas, y miraba a Johnny con un arrobamiento que reflejaba una admiración suprema y una dependencia absoluta. Era obvio que vivía gracias a su protección y que estaba segura de su apoyo, ya que a menudo él deslizaba la mano bajo la mesa en su dirección. La chica me echó una ojeada, pero tenía sumo cuidado de no mirar durante mucho rato a ningún hombre. Nos presentaron, pero no me preocupé de intentar enterarme de su nombre -no suelo preocuparme de ello cuando conozco por primera vez a alguien. Más tarde me enteré de que se había cambiado de nombre, siguiendo los consejos de su amante y agente. Antes se llamaba Norman Jean Dougherty, pero se convertía en Marilyn Monroe, nombre sintético tan adecuado como el mejor.

Esa unión tuvo un típico final trágico (para Marilyn). Johnny, tan activo como cualquier agente ágil, no gozaba de buena saludo y murió pronto. Con su muerte se puso en evidencia el terrible odio que su familia sentía hacia Marilyn. Yo creo que su amor por Johnny era tan puro y desisteresado como el que mostró por otras personas a lo largo de toda su vida, pero la familia de Johnny tenía otra opinión. Ella estaba a su lado cuando murió, pero la familia se encargó de llevarse el cadáver enseguida, prohibiéndole que volviera a verlo. Marilyn se enteró de que Johnny yacía "de cuerpo presente" en su casa, donde le estaban velando algunos familiares. A altas horas de la noche se introdujo en el piso utilizando el juego de llaves que tenía en su poder. Todos se habían ido a la cama; las velas estaban casi consumidas. Marilyn me contó que se tumbó sobre Johnny y se quedó inmóvil, amándole en silencio, hasta que oyó cómo empezaban a levantarse sus familiares por la mañana. Entonces se escabulló -estaba sola en el mundo.


(Mi vida, Elia Kazan)

sábado, 19 de noviembre de 2011

Animal humano

Preveo que la publicación de este libro me acarreará otra caída en picada a los ojos de la opinión pública. Pero provengo de una raza resistente, cuyos representantes sabemos que, incluso sin la ayuda de los dioses, el tiempo cura, y lo que es peor, que el animal humano acaba valiéndose lo suficientemente indiferente al dolor como para que los desastres se mitiguen. Esa es nuestra fe: sobrevive y espera. Ya cambiarán las tornas.

Claro está que no es verdad. Uno nunca se recupera de la muerte de alguien cercano.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

viernes, 18 de noviembre de 2011

No legal, no problem

Si cualquiera examina su vida se dará cuenta, si es sincero, de que los lazos más fuertes que le unen a otras personas no son precisamente los legales

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Ouch!!

La muerte revela un secreto: en el momento de morir una persona se hace consciente de lo malo que le ha ocurrido en la vida. O llega a comprender que ha ignorado cosas que eran importantes para él.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Traición!!!

Ya no escuchamos tanto como antes, y no confiamos tanto en las palabras, que han sido tan traicioneramente utilizadas. Estamos sumidos en una avalancha de anuncios que cantan las alabanzas de los productos, casi siempre con mentiras.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Huevo duro

El director había llegado hacía largo tiempo a la convicción de que cualquier cosa que los seres humanos tengan que comunicarse, por muy importante que sea, puede decirse en el tiempo que tarda en hacer un huevo duro

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

No es suficiente

En el teatro no basta que haya orden, claridad y bondad; ser correcto no es virtud suficiente. El público quiere que se le sorprenda y se le deje la duda durante algún tiempo

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Por la ciudad

----------
Enviado vía Nokia Email

Cine y literatura

El cine no es literatura, sino secuencias de acción firmadas y montadas para contar una historia; es imágenes y movimiento, no frases y palabras.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Sin vencedores

Se avecinaba un terrible drama personal, y un terror que perviviría muchos años. Cada tipo de conducta tenía sus defensores: siempre era una mujer que ejemplificaba sus virtudes y atractivos, que me inducía a ponerme de su lado. Estas dos mujeres nunca llegaban a encontrarse, nunca se observaban de cerca, pero luchaban enconadamente por aliarse conmigo y por mi persona, hasta que inevitablemente una de las dos ganaba, y lo que ganaba no era más que a un hombre que echaba de menos aquello a lo que había renunciado, que suspiraba por lo que había perdido. La vencedora era, a la vez, perdedora; la lucha terminaba trágicamente para ambas. Sólo yo sobrevivía.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Un héroe

Tomaba notas en secreto para que los 'hamales' y los estibadores no se sintiera espiados. Me asustaban, y eso era un buen síntoma. El héroe de una historia dramática debe de provocar ese respeto que nace del miedo. (Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

lunes, 14 de noviembre de 2011

Dream, work and love

Soñé con los días felices que habíamos pasado en el campo, cuando nuestro único problema era conservar lo que teníamos, seguir trabajando y queriéndonos.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Marlon Brando

Nadie puede dirigir del todo a Brando; lo único que se puede hacer es desatar sus instintos y empujarlos en la dirección adecuada. Le expliqué cuál era nuestro objetivo, y antes de que hubiera terminado de hablar, asintió con la cabeza y se alejó. Había captado la idea, sabía lo que tenía que hacer y, como siempre, me llevaba ventaja. En aquellos tiempos su talento volaba sin trabas.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

domingo, 13 de noviembre de 2011

Vivien

Vivien Leigh tenía poco talento, pero una voluntad de superación mayor que la de ninguna otra actriz que haya conocido. Se habría arrastrado sobre un trozo de cristal roto sí hubiera pensado que con eso iba a mejorar su interpretación´. En las escenas importantes, está insuperable.

(Mi vida Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Animales heridos

nos las arreglamos lo mejor que podemos para seguir viviendo. Siempre se hace daño a alguien, pero no se puede pasar la vida sin herir a nadie. El animal sobrevive a cualquier precio.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

viernes, 11 de noviembre de 2011

----------
Enviado vía Nokia Email

Un poco de tiempo

Antes que nada decidí manejar las riendas de mi propia vida, buscar la forma de vivir profesionalmente de modo que todas las decisiones artísticas dependieran exclusivamente de mí mismo: hacer lo que yo quisiera, no lo que los demás esperaban que hiciera. Yo era distinto a los demás, y no tenía que hacer lo que otro hiciera. Necesitaría tiempo, pero iba a encontrar mi propio camino.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Atascado

----------
Enviado vía Nokia Email

45-28=17

Nuestra artillería había convertido los muros en montones de piedras. No se había dejado ni un agujero en el que el enemigo pudiera esconderse. A pesar de todo, nuestros hombres tenían que buscar japoneses, que eran luchadores duros de pelar, casa por casa. De un grupo de cuarenta y cinco hombres que se mando a la ciudad, sólo regresaron diecisiete

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

----------
Enviado vía Nokia Email

miércoles, 9 de noviembre de 2011

----------
Enviado vía Nokia Email

Las casas de los muertos

Al echar un vistazo atrás, me hace pensar en las casas de los muertos que vi a las afueras de El Cairo años más tarde, casas totalmente amuebladas y sin más habitantes que los espíritus de los muertos.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Racionalizar

Descubrí que, además de un considerable talento, Harold también tenía una gran capacidad para racionalizar -o lo que es lo mismo, para engañarse a sí mismo

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Niños

Los actores son mis "niños" favoritos. Los amo por su inocencia y su falta de sentido práctico, así como por su tenacidad. Me preocupa su bienestar, me apena que no lleguen a realizar sus esperanzas y me congratulo de sus triunfos. Sé que la obra de éxito dejará de representarse y la vida seguirá su curso sin ellos, pero el actor se las arreglará para sobrevivir.


(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

martes, 8 de noviembre de 2011

Éxito

Con el éxito se alivian o desaparecen los problemas, disgustos y conflictos de antes, la lucha se termina (aparentemente) y uno pasa a vivir refugiado permanentemente detrás de un cartel de "No Molesten", pero pronto se hace evidente que esos problemas, ahora superados, eran la fuente y la génesis del talento que sirvió para alcanzar el éxito. La fama y el dinero estaban aislando a Clifford (Odets) de las molestias y los retos con los que había tenido que enfrentarse en años anteriores pero, al mismo tiempo, le estaban "salvando" de las heridas que eran la fuente de su "genio".

Todo tiene su precio.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

¡No hay peligro a la vista!

Sí, si conseguía mantener mis necesidades al mínimo y mi mal genio bajo control, sonreír cuando fuera necesario y desaparecer (...) si conseguía vivir en la estrechez, sin responsabilidades ni obligaciones, resbalando y deslizándome, como dice la poesía negra, escondiéndome, esperando y saliendo a la superficie sólo cuando oyera el "¡No hay peligro a la vista!", haciendo tiempo hasta que llegara mi oportunidad, entonces, maldita sea, podría vivir mi propia vida algún día. ¿Quién se atrevería a decir que no?

Mi vida, Elia Kazan

----------
Enviado vía Nokia Email

A menudo me han acusado de egoísta y egocéntrico. Y tienen razón. Todos los artistas lo son. Protegen a toda costa aquello que les resulta más precioso: el privilegio de poder dar rienda suelta a la curiosidad.

Mi vida, Elia Kazan

----------
Enviado vía Nokia Email

2 siempre 2

Mi pobre madre, mujer sabia donde las haya, solía decir que pasara lo que pasase, siempre se tenía dos posibilidades. Por ejemplo, incluso en un mal momento como éste, existen dos posibilidades. Los alemanes pueden venir a París o dar el salto hasta Inglaterra. Si no vienen a París, buena suerte. Pero si vinieran, una vez más habría dos posibilidades. Los alemanes podrían meternos en un buen campo de concentración o en un mal campo de concentración. Si nos metieran en un buen campo de concentración, mejor que mejor, pero si nos metieran en uno malo, todavía habría dos posibilidades.

(Jacobowsky and the Colonel, Sam Behrman)

----------
Enviado vía Nokia Email

Tac-tac, tac-tac

Ninguno de los chicos habría contado las cosas como yo la estoy contando. Pero la historia la escribe el último que se sienta ante la máquina de escribir.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

santos

Los santos caminan en línea recta adentrándose en un fuego. Ciegos a toda otra alternativa, son criaturas que hacen la vida difícil a los que tratan con ellos, y especialmente a sí mismos.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

lunes, 7 de noviembre de 2011

Educación

Entonces comencé a plantearme dudas sobre el sistema educativo en el que había estado inmerso, ese sistema que obliga a los chicos a quedarse quietos en una silla a partir de los seis años (creo que ahora es a los cuatro años), que les exige su conformidad y su obediencia, convierte la sumisión en una costumbre, y los doméstica para hacerles sentir la necesidad de seguir siempre las indicaciones de la autoridad -los profesores- y nunca cuestionan los juicios emitidos desde arriba. Así llegan a creer que el progreso consiste en aprender a creer lo que los profesores creen y en ser capaces de repetirlo cuando se les pide que así lo hagan.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Los libros

A medida que leía, los roncos sonidos provenientes de la habitación de al lado se iban amortiguando, hasta que finalmente dejaba de oírlos. Fue entonces cuando aprendí que siempre podría encontrar el consuelo necesario en los libros.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

Cadáver

Desde entonces he sufrido fracasos con mis películas, obras de teatro y libros, y he aprendido que cuando "no lo consigues" nunca llegan a tus oídos malas noticias; simplemente no te llega ninguna noticia. La gente pasa de largo como si fueras un cadáver. No te queda más que olvidarte del asunto, y yo he aprendido muy bien a olvidarme de lo que no me interesa.

(Mi vida, Elia Kazan)

----------
Enviado vía Nokia Email

domingo, 6 de noviembre de 2011

Guirigay

Se trata de eliminar el guirigay confuso de los pájaros, sus adverbios y pronombres agudos, sus pronombres personales fáciles de espantar, para separar poco a poco el grano de la paja.

(El sanatorio de la clepsidra, Bruno Schulz)

----------
Enviado vía Nokia Email

sábado, 5 de noviembre de 2011

poema para perros extraviados

esa rara sensación de bienestar surge en los momentos
más extraños: una vez después de
haber dormido
en un banco de un parque en alguna ciudad desconocida,
me desperté con la ropa
húmeda de rocío y me levanté y comencé
a caminar rumbo al este,
hacia
el sol naciente
y en mi interior había una leve alegría
simplemente instalada allí.

en otra ocasión, después de charlar con una que
hacía la calle, íbamos paseando
a la luz de la luna, a las 2 de la madrugada, uno al lado del otro,
hacia mi cuartucho, pero yo no tenía ganas de llevármela a la cama,
esa leve alegría surgió del simple caminar a su lado
en este universo
confuso; éramos compañeros, extraños compañeros que caminan
juntos,
sin decirse nada.
de su bolso colgaba un pañuelo blanco y morado
que flotaba en la
oscuridad
mientras caminábamos,
y la música parecía venir de la luz de la luna.

y también aquella vez en que
me echaron por no pagar el alquiler y llevé la maleta
de mi mujer hasta la puerta de un desconocido, la vi entrar
y desaparecer, me quedé allí un rato, la oí reír a ella,
luego a él y luego
me fui.
iba andando, eran las 10 de una calurosa mañana, el
sol me cegaba y yo sólo notaba el ruido de
mis zapatos sobre el pavimiento y entonces
una voz: "eh, amigo, ¿podrías darnos algo?"
miré: sentados contra la pared había 3 mendigos de mediana edad,
con las caras rojas
ridículamente confusos y abatidos. "¿cuánto os falta para una botella?" pregunté. "24 centavos" me dijo
uno. metí la mano en el
bolsillo, cogí todas las monedas y se las di. "¡joder!,
gracias, hombre", me dijo.
seguí andando, tuve ganas de fumar, hurgué en
los bolsillos, toqué un trozo de papel,
lo saqué: era un billete de 5 dolares.

hubo otra ocasión, peleando (de nuevo) con Tommy el camarero
en el callejón para entretener a los clientes,
él me estaba dando la paliza
habitual, y todas las chicas con sus pantaloncitos cortos
alentaban a su musculoso machote irlandés
("¡eh, Tommy, rómpele el culo, rómpeselo bien!")
cuando sentí un click en el cerebro,
algo que me dijo por dentro
"ya es hora de cambiar" y golpeé a Tommy
bien fuerte en la sien, él me miró: un momento, esto
no está en el guión, entonces le di de nuevo y vi
cómo le brotaba el miedo como un torrente y
acabé en seguida con él. después los clientes le ayudaron
a levantarse y a entrar
mientras
me insultaban a mí. lo que me produjo esa alegría,
esa risa muda en mi interior, fue que lo logré porque
todo hombre tiene un límite.
me fui a un bar desconocido a una manzana de allí,
me senté y pedí una
cerveza
"aquí no servimos a mendigos", me dijo el camarero, "no
soy un mendigo", contesté, "tráeme esa cerveza" y la cerveza
llegó, le di un buen trago y ahí me quedé.

las sensaciones de bienestar surgen en los momentos más extraños
como ahora mientras os cuento
todo esto.


(Peleando a la contra, Charles Bukowski)

¡NO PODÉIS HACERME ESTO!

En cuanto a los caballos, me convertí en un auténtico estudioso del juego. Tenía alrededor de dos docenas de sistemas. Todos funcionaban, sólo que no podían aplicarse todos al mismo tiempo, porque estaban basados en diferentes factores. Mis sistemas sólo tenían un factor en común: que el público siempre tenía que perder. Uno tenía que determinar cuál era el juego del público y luego tratar de hacer lo contrario.

Uno de mis sistemas estaba basado en indicadores en la líneda de salida. Hay algunos números a los que el público es reacio. Cuando estos númerso llegan a una cierta cantidad de apuesta sobre el panel en relación con sus posiciones en la línea de salida, uno tiene un ganador de porceaje alto. Estudiando los gráficos de resultados correspondientes a muchos años de carreras en hipódromos de Canadá, Estados Unidos y México, descubrí una apuesta ganadora basada únicamente en esos indicadores. (El indicador señala el hipódromo y la carrera en la que el caballo apareció por última vez) El Racing Forum publicaba antes unos libros rojos, gordos y grandes, de resultados, por 10 dolares. Yo me los leía enteros durante horas, durante semanas. Todos los resultados tiene un modelo. Si uno consigue dar con el modelo, ya está. Y entonces se le puede decir al jefe que se meta el trabajo por el culo. Yo se lo había dicho a varios jefes, sólo para tener que buscarme otros nuevos. La mayor parte de las veces porque cambié o hice trampas a mis propios sistemas. La debilidad de la naturaleza es otra de las cosas que uno tiene que vencer en el hipódromo.

(...)

En cuanto a Cary Grant, tenía colgada una foto suya en el pabellón. Lleva unas gafas anticuadas y aquella sonrisa. Un tipo frío. Pero vaya jugador de caballos que era. Era un apostante de 2 dolares. Y cuando perdía sallía corriendo hacia la pista, agitadno los brazos y gritando: "¡NO PODÉIS HACERME ESTO!" Si sólo se va a apostar 2 dolares es preferible quedarse encasa, coger el dinero y pasarlo de un bolsillo a otro.

Por el contrario, mi mayor apuesta era de 20 dólares a ganador. Una ambición excesiva puede provocar errores, porque los desembolsos fuertes afectan a nuestros procesos racionales. Dos cosas más. No apostar nunca al caballo cuya valoración más alta de velocidad corresponda a su última carrera y no apostar nunca a un caballo que tenga una buena recta final.


(Peleando a la contra, Charles Bukowski)