viernes, 28 de septiembre de 2012

no pueden vivir sin fanatismo

 

... Un día me encontré un periódico ruso y le guardé para hacerme un gorro. Me pegaron por esto, aunque no sabía leer el ruso. ¡En fin, qué quiere usted!, no pueden vivir sin fanatismo, pues cada pueblo conserva instintivamente su nacionalidad. Pero esto no lo comprendía yo entonces y me sublevaba sinceramente.


            -No se puede ser profesor, sin conocer la psicología. Antes de instruir a un niño, hay que comprender su alma.
            Le dije que para esto no le hacía falta leer psicología, y que para un pedagogo que aun no está acostumbrado a los procedimientos técnicos, para enseñar lectura y aritmética, la psicología me parecería un lujo semejante al de las matemáticas superiores. Convino conmigo y comenzó a disertar sobre lo dificultoso que es un cargo de profesor, de lo arduo que era extirpar de la cabeza de un niño la inclinación hacia el mal, la superstición; qué difícil es pensar de una manera honrada y libre, inculcar la verdadera religión, la idea de personalidad, de libertad, etc., le respondí algo, a lo que asintió: daba la razón a todo con gran facilidad. Todo lo que era de orden intelectual estaba, al parecer, poco sólidamente en su cabeza.


(Errante, Antón Chéjov)

sobre el feminismo


... Esta objeción olvida que la emancipación de la mujer, el problema de la mujer, los movimientos feministas, han tenido lugar en todos los tiempos, aunque con diversa intensidad. Se exageran demasiado los obstáculos que ha puesto el hombre a los esfuerzos realizados para lograr el perfeccionamiento espiritual de la mujer, y no se tiene suficientemente en cuenta que hasta hoy no es la mujer genuina la que aspira a la emancipación, sino que este movimiento se debe a la mujer masculina que interpretan mal su propia naturaleza, y no reconocen los motivos de su acción cuando creen hablar en hombre de la mujer.

            Como cualquier otro movimiento de la historia, el feminista estaba también convencido de que era la primera vez que se planteaba, que era nuevo, que jamás había existido; y sus defensoras mantenían que la mujer había languidecido hasta entonces en las tinieblas, sujetas por cadenas, mientras que ahora comenzaba a comprender y a exigir sus derechos naturales. Pero, como para todos los movimientos de la historia, también es posible descubrir para éste amplios antecedentes.


            Si es cierto que en una época nacen más y en otras menos individuos hermafroditas comprenderíase fácilmente que los movimientos feministas vayan apagándose espontáneamente, y que luego vuelvan a reaparecer en un ritmo sin fin. En efecto, las mujeres que aspiran a emanciparse nacen unas veces en mayor y otras en menos numero.
  
... Pero mientras esta suposición anuncia una época en la que al menos desaparecerá para siempre la necesidad de la emancipación, y tan sólo existirán seres masculinos y femeninos completos, la idea de un retorno periódico del movimiento feminista condena todas las tentativas a una impotencias dolorosa, comparable al trabajo de las Danaides, del cual, a medida que pasa el tiempo, nada queda.


... En Francia, por ejemplo, jamás ha podido echar raíces un movimiento feminista, aunque haya sido predicado por tres de las mujeres más célebres, y, sin embargo, en ningún país de Europa es tan elevado el número de miembros del sexo femenino que han podido procurase una independencia en sus asuntos. La lucha para cubrir las necesidades materiales nada tiene que ver con el esfuerzo para lograr un desarrollo espiritual, y debe separarse resueltamente de él.

... El movimiento feminista en el Renacimiento y su desaparición sin dejar huellas es un ejemplo muy instructivo para la defensoras de los derechos de la mujer. La verdadera liberación del espíritu no puede procurarla un ejército por muy grande y aguerrido que sea; cada individuo debe luchas si quiere conseguirla para sí. ¿Contra quién? Contra todo lo que en la propia alma sirve de rémora. El mayor, el único enemigo de la emancipación de la mujer es la mujer


... En efecto, las mujeres que  piden la emancipación por ciertas necesidad interna, inducen en las restante la tendencia a adquirir una cultura; así surge la moda del estudio entre las mujeres y se fomenta una agitación risible que las lleva a creer en una aptitud que de ordinario no es otra cosa que un medio de defensa de la mujer contra el marido o de las hijas contra el poder materno... Es decir, de las mujeres con rasgos masculinos. Pero nada de formación de partidos, nada de falsas revoluciones, nada de movimientos feministas integrales, que dan lugar a ensayos antinaturales, artificiosos, en el fondo mendaces.
(Mendacidad: Habito o costumbre de mentir)


            Nuestro tiempo no es tan sólo el más judaico, sin también el más feminista; el tiempo para el cual el arte es únicamente una careta y que encuentra su inspiraciones artísticas en el juego de los animales; el tiempo del anarquismo más crédulo, sin comprensión para el Estado y para el derecho; el tiempo de la ética de la especie y de las concepciones históricas más superficiales (el materialismo histórico); el tiempo del capitalismo y del marxismo, para el que la historia, la vida y la ciencia no significan otra cosa que economía y técnica; el tiempo en que el genio es considerado como una forma de locura y que, sin embargo, no posee ni un gran artista ni un gran filósofo; el tiempo de la originalidad más escasa y que más busca la originalidad; el tiempo que ha sustituido el ideal de la virginidad por el culto a la semivírgenes; ese tiempo ha tenido también la gloria de ser el primero en que los individuos no contentos con haber afirmado y adorado al coito, lo han elevado a la categoría de deber, no para olvidar, como los romanos y los griegos en la bacanal, sino para encontrarse a sí mismo, y para dar un contenido a su propia esterilidad. 


(Sexo y Carácter, Otto Weininger)

jueves, 27 de septiembre de 2012

Tira al niño con el agua



que la cultura hace creer en una sociedad humanamente digna que no existe; que oculta las condiciones materiales sobre las que se levanta todo lo humano; y que, con apaciguamientos y consuelos, sirve para mantener con vida la perniciosa determinación económica de la existencia.

(Minima Moralia, T. W. Adorno)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

una teoría sobre el nazismo

Ent.: ¿Todavía experimenta con sustancias alucinógenas?

R. G.: Hice dos viajes con hongos mexicanos en 1954 más o menos. Desde entonces, ninguna. Nunca he tomado LSD. Antes que nada es peligroso; y segundo, el cornezuelo de centeno, del que se hace el LSD, es el enemigo de la humanidad. El cornezuelo de centeno es un diminuto hongo que crece en el centeno, o que crecía en él durante la Edad Media. Los pueblos que se alimentaban con centeno sufrían visiones maníacas, especialmente los alemanes. Ahora se dice que el cornezuelo de centeno afecta a los genes y podría desordenar a la próxima generación. A mí se me ocurre que esto puede explicar el fenómeno del nazismo, que fue una forma de histeria masiva. Los alemanes comían mucho centeno en comparación con los pueblos que comen trigo, como el inglés. El LSD me hace pensar en esos armiños que se escapan de las granjas de cría artificial y que crían en los bosques haciéndose peligrosos y destructivos. El LSD se ha fugado de la fábrica de droga y ahora se fabrica en laboratorios universitarios.


(Robert Graves. Conversaciones con los escritores, The Paris Review) 

Un viaje o El mago inmortal



            Para alcanzar la muerte no hay vehículo tan veloz como la costumbre, la dulce costumbre. En cambio, si usted quiere vida y recuerdos, viaje. Eso sí, viaje solo.  Demasiado confiado juzgo a quien sale con su familia, en pos de la aventura.


... “Te juro te juro te juro te juro”. Con una mueca sardónica, murmuré: “Nunca juramento tan sentido será olvidado tan pronto”. 


(Un viaje o El mago inmortal, Adolfo Bioy Casares)

martes, 25 de septiembre de 2012

Hombre natural

La civilización se ha alejado más y más del llamado 'hombre natural', que utiliza todas sus facultades: percepción, invención, improvisación. Esto está condenando al quebranto a la sociedad y a reducir a la raza humana a un tamaño manejable.

(Robert Graves. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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Una bromita

... Me acerco a la empalizada y durante largo rato miro por una hendidura. Veo a Nádeñka salir al patio y alzar su triste, acongojada mirada al cielo... El viento de primavera sopla directamente en su pálido y sombrío rostro... le hace recordar aquel otro viento que bramaba en la colina dejando oír aquellas tres palabras, y su cara se pone triste, muy triste, y una lágrima se desliza por su mejilla. La pobre muchacha extiende ambos brazos como suplicando al viento le traiga una vez más aquellas palabras. Y yo, al llegar una ráfaga de viento, digo a media voz:
            -¡La amo, Nadia!
            ¡Por Dios, hay que ver lo que sucede con Nádeñka! Deja escapar un grito y con amplia sonrisa tiende sus brazos hacia el viento, alegre, feliz, tan bella.
            Y yo me voy a hacer las maletas...
            Esto sucedió hace tiempo. Ahora Nádeñka está casada con el secretario de una institución tutelar y tiene ya tres hijos. Pero nuestros viajes en trineo y las palabras “La amo, Nadia”, que le llevaba el viento, no están olvidados, para ella son el recuerdo más feliz, más conmovedor y más bello de su vida...
            Mientras que yo, ahora que tengo más edad, ya no comprendo para qué decía aquellas palabras, por qué hacía aquella broma...

(Una bromita, Antón Chéjov)

lunes, 24 de septiembre de 2012

Memoria de caracol

Yo creo en la herencia de habilidades y oficios, en la herencia de la memoria. Recientemente se ha descubierto que si un caracol se come a otro caracol, el primero adquiere la memoria del segundo.

(Robert Graves. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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Arquitectura y escritura

Nunca sentí que quería ser escritor... no me gustaba mucho el mundo literario que conocía. Estudié arquitectura. Siempre he sido un arquitecto frustrado. Pero hay ciertos períodos de la vida en los que uno recibe una cantidad exagerada de impresiones.

(John Dos Passos. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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Sobre el escribir

Ent.: ¿Siente placer al escribir?

J. D. P.: Depende, a veces sí y a veces no.

Ent.: ¿En qué consiste este placer?

J. D. P.: Bueno, te aligeras mucho el pecho, echas fuera emociones, impresiones, opiniones. La curiosidad te empuja a continuar: es la fuerza conductora. Hay que librarse de lo que se ha reunido; es algo que hay que decir acerca de la literatura. Hay mucho alivio en un volumen grueso.

(John Dos Passos. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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Información sobre la crítica

La crítica puede ser instructiva en el sentido de que da a los lectores, incluido el autor del libro, alguna información acerca de la inteligencia o la honestidad del crítico, o acerca de ambas.

(Vladimir Nabokov. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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Las trampas

Ent.: No tiene que contestar a todas mis preguntas estilo Kinbote, ¿sabe?

V. N.: De nada serviría empezar a saltarse las que tienen trampa. Continuemos.


(Vladimir Nabokov. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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El momento exacto para hablar

En el transcurso de la entrevista, durante el período de preguntas, muchas de ellas se referían a la situación política griega. Seferis se negó a responderlas. Algunos de los asistentes le acusaron de evasivo pero Seferis se mantuvo firme y durante la cena posterior a la conferencia explicó sus motivos en privado: consideraba que no era correcto criticar a su gobierno encontrándose en el extranjero, fuera de las fronteras del disgusto de su gobierno. En realidad guardó sus respuestas para su regreso a Grecia, haciendo una declaración sin compromiso contra la dictadura, que presentó a los periodistas nacionales y extranjeros desafiando la ley marcial y el obvio peligro personal

(George Seferis. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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3

Esto me recuerda una conversación que tuve una vez, en la única ocasión que tuve de conocerle, con Henri Michaux. Él había hecho una escala en Atenas proveniente de Egipto, creo. Bajó a tierra a fin de echar un vistazo a la Acrópolis, mientras su barco estaba en El Pireo. Y me dijo en esa ocasión: "Sabe, amigo, un hombre que sólo tiene un lector no es un escritor. El que tiene dos lectores tampoco es un escritor, pero el hombre que tiene 'tres' lectores (pronunciando 'tres lectores' como sí fueran tres millones), ese hombre es un 'verdadero' escritor".

(George Seferis. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)

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fotos de la semana


Subasta


Las exquisiteces con que los más ricos llenan sus casas ansían desamparadas un mueso que, sin embargo, y como bien observa Valéry, mata el sentido de la pintura y la escultura, que sólo su madre, la arquitectura, colocaba en su lugar… Algo de esta paradoja hay en la base de todo arte, que hoy sale a la luz en la declaración de que el arte todavía existe. La idea arraigada de lo bello exige a la vez la afirmación y el rechazo de la felicidad.

(Minima Moralia, T. W. Adorno)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

A dos pasos




El positivismo reduce todavía más la distancia del pensamiento a la realidad, una distancia que la realidad ya no tolera... La distancia no es una zona de seguridad, sino un campo de tensiones... La busca de unificación de los contrarios no es un esfuerzo siempre insatisfecho que al final halla su compensación, sino una posición ingenua e inexperta. Lo que el positivismo reprocha al pensamiento es algo que le pensamiento mil veces ha conocido y olvidado, y sólo en este saber y olvidar ha podido constituirse como tal pensamiento.

(Minima Moralia, T. W. Adorno)

puertas y ventanas