Mostrando entradas con la etiqueta La senda del perdedor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La senda del perdedor. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de julio de 2011

Von Himmlen

El barón siguió con sus fantásticas hazañas. La mitad de mi cuaderno estaba repleto de las hazañas del barón Von Himmlen. Me hacía sentir bien el escribir sobre el barón. Un hombre siempre necesita a alguien. No había nadie a mi alrededor, así que tenía que construirme alguno, crearlo como debiera de ser realmente un hombre. No era una cuestión de creermelo o fantasear, sino de no vivir la vida sin un hombre de ese tipo alrededor.


(La senda del perdedor. Charles Bukowski)

Clifton & Philippe

La Cafetería Clifton era un sitio agradable. Si no tenías mucho dinero, te dejaban que pagaras lo que pudieras. Y si no tenías ningún dinero, no pagabas. Entraban algunos vagabundos y holgazanes y comían bien. El propietario era un viejo rico fuera de lo corriente. Yo nunca pude aprovecharme de ellos y comer hasta inflarme. Pedía un café y pastel de manzana y les pagaba veinticinco centavos. A veces me tomaba un par de rollitos de crema. El sitio era tranquilo y fresco, así como limpio. Había una gran fuente y podías sentarte cerca de ella e imaginar que todo iba bien. La Cafetería Philippe también era un sitio agradable. Podías tomarte un café por tres centavos y hacer que te lo rellenaran varias veces. Te sentabas todo el día sin parar de beber café y nunca exigían que te fueras, tuvieras el aspecto que tuvieras. Sólo pedían a los vagabundos que no trajeran su vino para beberlo allí. Los sitios como ese te proporcionaban un poco de esperanza cuando no tenías ninguna.


(La senda del perdedor. Charles Bukowski)