sábado, 24 de septiembre de 2011

la gente odia más que ama

demasiado
demasiado poco

demasiado gorda
demasiado flaca
o nadie.

risa o
lágrimas

los que odian
los que aman

extraños con caras como
cabezas de
tachuela

ejércitos recorriendo
calles de sangre
blandiendo botellas de vino
cargando a la bayoneta y follándose
vírgenes.

o un tipo viejo en un cuartucho
con una fotografía de M. Monroe.

hay una soledad en este mundo tan grande
que puedes verla en el lento movimiento de
las manecillas de un reloj.

gente tan cansada
mutilada
por amor o falta de amor.

y es que la gente no es buena con los demás,
con el prójimo.

los ricos no son buenos con los ricos
los pobres no son buenos con los pobres.

tenemos miedo.

nuestro sistema educativo nos dice
que todos podemos ser
triunfadores de la hostia.

no nos habla
de las cloacas
ni los suicidios.

ni del terror de una persona
penando en un sitio
sola

sin que la toquen
sin que le hablen
regando una planta.

la gente no es buena con los demás.
la gente no es buena con los demás.
la gente no es buena con los demás.

supongo que nunca lo será.
ni yo se lo pido.

pero a veces pienso en
ello.

los abalorios se balancearán
las nubes nublarán
y el asesino decapitará al niño
como quien muerde un cucurucho de helado.

demasiado
demasiado poco

demasiado gorda
demasiado flaca
o nadie.

la gente odia más que ama.

la gente no es buena con los demás.
quizás si lo fuera
nuestras muertes no serían tan tristes.

entretanto yo miro a las chicas jóvenes
brotes
flores de porvenir.

tiene que haber algún camino.

seguro que hay un camino que aún no
hemos imaginado.

¿quién puso este cerebro dentro de mí?

grita
reclama
dice que hay una posibilidad.

no dirá
"no".


(el punto crítico. Charles Bukowski)

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