martes, 27 de agosto de 2013

Jamil

-Ya sabía que te iba a gustar. Esa ángelas se me aparecen ahora en sueños y las pinto para que no se me vayan a escapar. Lo que no vuelve en los sueños no nos acompañará en la otra vida.


“Alex:
“Abusando de la hospitalidad de mi buen amigo el párroco, le escribo estas líneas que van como la legendaria botella al mar. Esta vez la vida ha logrado golpearme donde era. No son cosas para comentar por escrito. Ando algo desalentado y perdido. Ninguno de los caminos que antes solían ofrecerse a mi inquietud me atrae ahora.


... Algo ha cambiado en él allá en lo profundo de su alma, si bien es cierto que sigue aceptando los mudables decretos del destino y abocado a su perpetua errancia.


... Intenté argumentarle que siempre ha tratado, en ese caso, de rehuir el desarrollo de tesis históricas que deformarían el espíritu de mis narraciones y, más aún, el de mis poemas.



... “La desaparición de esta especie –me dijo- sería un notable alivio para el universo. Al poco tiempo de su extinción, un total olvido caería sobre su nefasta historia. Existen insectos que están en condiciones de dejar testimonio de su paso menos perecederos y fatales que los dejados por el hombre”.

(Jamil, Álvaro Mutis)

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