martes, 8 de febrero de 2011

una historia para comenzar: el pozo

Entrevistador: En su opinión, ¿cuál sería la mejor educación intelectual que puede recibir un futuro escritor?

Ernest Hemingway: Digamos que debería salir y colgarse porque se dio cuenta que escribir bien es tremendamente difícil. Luego debería ser descolgado con misericordia y él mismo debería obligarse a escribir lo mejor posible para el resto de su vida. Al menos así tendría la historia del ahorcamiento para comenzar.

Entrevistador: ¿Qué piensa usted de las personas que han seguido una carrera académica? ¿Cree usted que el gran número de escritores dedicados a la enseñanza han comprometido su carrera literaria?

Ernest Hemingway: Depende de qué quiere decir usted por compromiso. ¿Se refiere a la costumbre de comprometerse con una mujer? ¿O se trata del compromiso de un estadista? ¿O el compromiso hecho con el tendero o el sastre de que se le pagará un poco más, pero que se le pagará más tarde? Un escritor que puede escribir y enseñar tiene que ser capaz de hacer ambas cosas. Muchos buenos escritores han demostrado que puede hacerse. Yo no podría, lo sé, y admiro a aquellos que han sido capaces de hacerlo. Sin embargo, diría que la vida académica puede poner un punto final a la experiencia exterior, que a su vez podría limitar el crecimiento de conocimiento sobre el mundo. El conocimiento, no obstante, requiere una mayor responsabilidad por parte del escritor y dificulta la escritura. Tratar de escribir algo de valor permanente es un trabajo de dedicación exclusiva, incluso si solamente se pasan una cuantas horas escribiendo. Podemos comparar al escritor con un pozo. Lo importante es tener agua buena en el pozo y resulta mejor sacar una cantidad uniforme cada día, que sacar todo el agua y esperar a que se vuelva a llenar. Veo que me estoy apartando de la pregunta, pero de todos modos la pregunta no era muy interesante.

(Hablan los Escritores)

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