lunes, 3 de junio de 2013

Constanze



En todas partes la sociedad burguesa insiste en el esfuerzo de la voluntad; sólo el amor es involuntario, pura inmediación del sentimiento... Si el amor debe ser representación de una sociedad mejor dentro de la existente, no puede serlo como un enclave de paz, sino sólo en la oposición consciente... Sólo ama el que tiene fuerzas para aferrarse al amor. Cuando la ventaja social, sublimada, conforma incluso el impulso sexual haciendo espontáneamente aparecer atractivos ora a estos ora a aquellos mediante mil matizaciones de lo sancionado por el orden, a esa ventaja se opone la inclinación afectiva, una vez suscitada, al perseverar en sí misma donde la gravitación de la sociedad –antes de todo intriga, que luego normalmente pone a su servicio– no se lo permite... Al traicionar a la persona amada se traiciona a si misma.

(Minima Moralia, T. W. Adorno)

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