miércoles, 13 de marzo de 2013

Monogramas




Es difícil imaginar que los hombres muy malos mueran... Entre “yo soñé” y “me puse a soñar” se inscriben todas las edades del mundo. ¡pero qué es más verdad? Cuanto menos sueños envían los espíritus, menos es el yo que sueña... Con motivos del ochenta y cinco cumpleaños de un hombre en todos los aspectos muy bien atendido, pregunté en sueños qué le podría regalar para darle realmente una alegría. Y en seguida me vino la respuesta: un guía para adentrarse en el mundo de las sombras... El amor es la capacidad de percibir lo semejante en lo desemejante.

(Minima Moralia, T. W. Adorno) 

No hay comentarios: