jueves, 9 de febrero de 2012

notas sobre "Las leyes de la acción"

Las leyes de la acción
(comentarios de André Maurios sobre Saint-Exupéry)


... “Entonces nos sentimos felices al estar unidos a nuestros hermanos por un objetivo común, situado fuera de nosotros, y la experiencia nos enseña que amar no es mirarnos mutuamente, sino mirar juntos en las misma dirección. No existen compañeros si no están unidos por una misma cuerda y marchan hacia la misma cúspide...” El hombre que forma parte de un grupo supera infinitamente al individuo solitario, debido a que sus compañero tiene confianza en él y desean hacerse dignos de su confianza.


... Pero se observa en las novelas de Saint-Exupéry que el aviador no tiene tanto tiempo como el soldado o como el marino para soñar con la amada.


El hombre de acción es un poeta en el sentido directo de la palabra, porque es él “quien hace algo, el que crea”.


... Sus oyentes escuchan encantados a Saint-Ex, hasta el momento en que, terminado el poema y su demostración, vuelve a caer en su mutismo o bien hace un juego de manos con naipes o canta una canción. Porque es una de las leyes de la acción heroica, engendrar seres que difícilmente se doblegan a las conveniencias mundanas y sociales.


... “Para un hombre la verdad es lo que hace de él un hombre...”



¿Qué es liberar? Si libero en un desierto a un hombre que no experimenta nada, ¿qué significa su libertad? No hay libertad sino en un hombre que va a alguna parte. Liberar a aquel hombre consistiría en enseñarle la sed y trazarle una senda hasta un pozo. Solamente entonces se le propondría tareas con significado. Liberar una piedra, sino existe la gravedad, no significa nada. Pues la piedra, una vez libre, no irá a ninguna parte...


Resumamos: La vida de acción es peligrosa; la muerte está siempre en acecho; no existe la verdad absoluta; pero el sacrificio templa a los hombres que serán dueños del mundo, porque son dueños de sí mismos. Tal es la severa filosofía del piloto. Lo extraño es que extraiga de ella una manera de ser optimista. Los escritores sedentarios que se recogen en sus pasiones, son pesimistas porque están aislados. El hombre de acción ignora el egoísmo porque sólo se conoce a sí mismo como parte integrante de un grupo. El combatiente, como ve la meta, desprecia las pequeñeces de los hombres. Los que trabajan juntos, los que tiene una responsabilidad común, se elevan por encima del odio “Es una cualidad que no tiene nombre. Tal vez la gravedad, pero el nombre no me satisface. Es la cualidad del carpintero que se encara con su pieza de madera, la palpa, la mide, la considera, y en lugar de tratarla con ligereza, reúne en ella todas sus aptitudes.” ¿De qué se trata? ¿De tener desprecio a la muerte? No. “La grandeza consiste en sentirse responsable... Un poco responsable del destino de los hombres, en cuanto podamos serlo por nuestro trabajo”

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