lunes, 9 de septiembre de 2013

Gracias, Lorenzo.

Lorenzo de Valla era un polígrafo del Renacimiento italiano. Un hombre controvertido, brusco, crítico, arrogante y pedante, que fue atacado por sus contemporaneos por sacrilegio, impudicia, temeridad y presunción… entre otras imperfecciones. Tras concluir que, por razones gramaticales, el credo de los apostoles no podía haber sido escrito realmente por los doce apóstoles. La Inquisición le declaró hereje y sólo la intervención de su mecenas, Alfonso, rey de Napoles, impidió que fuera inmolado. Inasequible aldesaliento en 1440 publicó un tratado demostrando que la Donación de Constantino era una burda falsificación. El lenguaje del documento equivalía al latín cortesano del siglo IV… Gracias a Lorenzo de Valla, la Iglesia católica romana ya no reclama el derecho a gobernar las naciones de Europa.

(El mundo y sus demonios, Carl Sagan)

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