viernes, 15 de junio de 2012

El hotel azul




... Una partida que cuenta con un jugador que golpea la mesa siempre acaba siendo intensa.


            Semejantes escenas demuestran a menudo que el entorno pocas veces es el que determina una atmósfera. Cualquier habitación puede presentar un aspecto trágico; cualquier habitación puede ser cómica. Esta pequeña guarida era ahora tan espantosa como una cámara de tortura. Eran las nuevas caras de los hombres las que la habían transformado en un instante.


            El sueco, asiendo con fuerza su maleta, se enfrentó cual velero a la tormenta. Estaba siguiendo una línea de pequeños y miserables árboles desnudos que él sabía debían marcar el camino de la carretera. Su cara, aún recientes los golpes de los puños de Johnnie, sintió más placer que dolor en el viento y la nieve que transportaba.
            Finalmente varias formas cuadradas se elevaron ante él, y reconoció las casas de la parte principal de la ciudad. Encontró una calle y la recorrió, inclinándose pesadamente contra el viento cada vez que, en una esquina, le sorprendía una terrible ráfaga.
Aquello hubiese podido ser una aldea abandonada. Nos figuramos el mundo como un lugar ocupado por una humanidad conquistadora y exaltada, pero allí, con el sonar de las trompetas de la tempestad, era difícil imaginarse un planeta poblado. Entonces la existencia del hombre a uno le parece algo asombroso y otorga un encanto especial a esos piojosos que por alguna razón tuvieron que aferrarse a esa bola que da vueltas, perdida en el espacio, con su carga de violentos fuegos, de implacables hielos y de pululantes enfermedades. La arrogancia del hombre, según explicaba la tormenta, era el verdadero motor de la vida. No morir en ello era fanfarronería.


... Cada pecado es el resultado de una colaboración. Nosotros cinco hemos colaborado en el asesinato de aquel sueco. En general hay entre doce y cuarenta mujeres implicadas en cada asesinato. Pero en este caso parece haber tan sólo cinco hombres...




(El hotel azul, Stephen Crane)

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