miércoles, 6 de junio de 2012

Para una moral del pensamiento




lo sabía sin embargo muy bien. “Quien intenta mediar entre dos pensadores audaces –dice en la Gaya ciencia–, se identifica como mediocre: carece de ojos para ver lo único; el andar buscando parecidos y similitudes es característico de los ojos débiles”… Hoy no se le pide al pensador sino que sepa estar en todo momento en las cosas y fuera de las cosas. El gesto de Münchhausen tirándose de la coleta para salir del pozo se convierte en esquema de todo conocimiento que quiere ser más que comprobación o proyecto. Y aún vienen los filósofos a sueldo y nos reprochan la falta de un punto de vista sólido.

(Minima Moralia, T. W. Adorno) 

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