jueves, 19 de abril de 2012

notas sobre "Sexo y Carácter"

También el artista, cuando representa aun ser femenino, puede expresar las cualidades típicas de éste sin que previamente hayan sido legitimadas sus aptitudes por un tribunal de especialistas. El artista no desprecia la experiencia; por el contrario, considera que su deber es conseguirla; sin embargo, para el artista la experiencia tan sólo es el punto de partida para ensimismarse, para hundirse en sí mismo, y está autoexploración significa en el arte rastrear el mundo.


... La tarea del filósofo se diferencia de la del artista sólo por la forma. Lo que para éste es símbolo, para aquél es concepto. El arte y la filosofía guardan entre sí la misma relación que existe entre expresión y contenido. El artista inspira el mundo y luego lo expresa; para el filósofo el mundo ha sido expresado ya y él debe inspirarlo de nuevo.


... Aquella parte de este libro que resultan antifeministas –y puede decirse que lo son casi todas- no serán del agrado de los hombres, quienes no prestarán su completa conformidad, pues su egoísmo sexual les hace ver siempre a la mujer mejor de lo que es, tal como ellos quisieran que fuera, tal como ellos querrían amarla.


... Allí donde el problema de la cultura y de la humanidad coinciden, podrá llegarse no sólo a una explicación sino también a una valoración, pues en ese terreno la explicación y la valoración se funden.


(Sexo y Carácter, Otto Weininger)

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