martes, 3 de abril de 2012

Última claridad

Quien carece de maldad no vive serenamente, sino, de una manera peculiar, pudorosa, endurecido e intransigente. Por falta de objeto apto, apenas sabe dar expresión a su amor de otra forma que odiando al no apto, por lo que ciertamente acaba asemejándose a lo odiado. Pero el burgués es tolerante. Su amor por la gente tal como es brota de su odio al hombre recto.


(Minima Moralia, T. W. Adorno)

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