miércoles, 28 de noviembre de 2012

olvidados

En verdad, no me preocupo más por un libro una vez esté terminado. El dinero o fama que pueda traer como consecuencia no tiene conexión alguna con mis sentimientos hacia el libro. Para mí el libro sufre una verdadera muerte cuando escribo la úlitma palabra. Siento algo de pena y luego me pongo a trabajar en un libro que aún está vivo. Las filas de mis libros en los estantes de la biblioteca me parecen cadáveres bien embalsamados. No están vivos ni son míos. No siento ninguna pena por ellos porque los he olvidado, olvidado en su aceptación más verdadera.


(John Steinbeck. Conversaciones con los escritores, The Paris Review)


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